CONTIGO O SIN TI

No fueron los letrados y doctos quienes rodearon a Jesús, fueron los viles y despreciados quienes estuvieron con él en su ministerio, pasaron 3 años entre los 30 y 33 de Jesús para que hubiese transformación en sus vidas cuando de su interior brotaron ríos de agua viva.

No fue antes, fue después de la venida del Espíritu Santo que tras el primer discurso de Pedro, un hombre sin letras y del vulgo, se convirtieron 3.000 de los oyentes.

Era necesario esparcir la semilla y Dios lo haría porque su gran propósito es que la tierra sea llena de su conocimiento (Ver Habacuc 2:14)

Palabra (Hechos 8:1-8)

“Saulo persigue a la iglesia

8 Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles. 2 Y hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban, e hicieron gran llanto sobre él. 3 Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel.

Predicación del evangelio en Samaria

4 Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. 5 Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. 6 Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. 7 Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían estos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; 8 así que había gran gozo en aquella ciudad”.

La promesa del Espíritu Santo fue entregada al pueblo que creyó en Jesús y fue necesario su cumplimiento para esparcir la palabra de Dios por los confines de la tierra (Ver Hechos 1:8).

Testigos en Jerusalén

El grupo de los doce discípulos que aprendieron de Jesús durante los 3 años de inmersión, no eran letrados en la Palabra, sin embargo fueron usados poderosamente por el Espíritu Santo para que no pudieran gloriarse en sí mismos, sino reconocer el poder transformador cuando se decide seguir a Jesús.

Por qué no fueron usados, los escribas, fariseos o saduceos, si eran conocedores de la Palabra, primero porque no creían en Jesús y consecuentemente eso los inhabilitaba para tener el Espíritu Santo y segundo porque su orgullo y arrogancia no los dejarían depender del Espíritu Santo.

13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, (Efesios 1:13)

En Jerusalén ocurrieron grandes milagros: En el primer discurso de Pedro, el mal hablado, y vulgar se convirtieron 3 millares y no fue a causa de la habilidad de Pedro, que era bien conocido, todos ellos reconocían que algo debió pasarle a ese pescador acostumbrado a hablar en las plazas de mercado y no en púlpito.

Las palabras de los fariseos y de los letrados, suelen usarse para argumentar y ganar la razón de los oyentes, pero en cambio con Pedro lo que ocurrió fue que los corazones de los oyentes fueron compungidos.

No podemos ser usados en nuestra zona cómoda

Todo fue cheverísimo en Jerusalén, los hermanos vivían en armonía, ayudándose los unos a los otros, era manifiesto el poder del Espíritu Santo, gracias al cual Pedro y Juan sanaron a un cojo, adicionalmente Pedro se fajó otro gran discurso Pedro en el Pórtico de Salomón, Pedro y Juan se defendieron ante el concilio y otros 5 millares fueron añadidos.

“7 Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.” - Hechos 6:7

las cosas marchaban muy bien en Jerusalén y la instrucción era que fueran testigos en Jerusalén, Judea, Samaria y los confines de la tierra; así que algo tenía que pasar.

No creo que fuera la voluntad del Señor que sus hijos fueran perseguidos, yo creo que algo de desobediencia tuvo que haber ocurrido.

Hasta que algo feo no ocurrió no salieron de Jerusalén, tuvieron que enfrentar opresión y persecución para ser esparcidos por

Contigo o sin ti

La asignación de ser los testigos en Jerusalén, Judea y Samaria había sido para todos los que habían estado reunidos en el aposento alto; pero definitivamente los apóstoles se quedaron en Jerusalén por mucho tiempo probablemente porque todo transcurría muy bien hasta que llegó la persecución.

Pero para que no pudieran gloriarse no fueron ellos los que salieron a Judea y a Samaria fueron los otros creyentes.

1 Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles (Hechos 8:1)

El plan de Dios es que la tierra sea llena del conocimiento de la gloria de Jesús y lo iba a hacer con los apóstoles o sin ellos. Felipe “El Evangelista” ahora se convirtió en la figura más relevante en Samaria sin ser uno de los 12 discípulos de Jesús.

“4 Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. 5 Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. 6 Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. 7 Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían estos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; 8 así que había gran gozo en aquella ciudad.”

Dios hace que sus planes se ejecuten, Él es soberano, al principio no utilizó a los escribas y fariseos, doctos en la palabra y en su lugar utilizó a sus discípulos; esta vez no fueron sus discípulos (Ahora conocedores), los instrumentos para llegar a Samaria fueron los otros creyente dentro de los cuales estaba Felipe.

Dios lo hará contigo o sin ti, pero sería genial que fuéramos su instrumentos, que nos ayude a estar siempre dispuestos.

Dispuestos a seguir la instrucción del Espíritu Santo

Felipe siguió las instrucciones del Espíritu Santo y en un pasaje que es bien conocido descendió hasta el carro del funcionario de los Etíopes enfrentándose a un escenario absolutamente desconocido para él, pero muy bien conocido por el Espíritu de Dios que ya había hecho propicio el ambiente para compartir las buenas nuevas de salvación.

“26 Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. 27 Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, 28 volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías. 29 Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. 30 Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? 31 Él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él.” (Hechos 8:26-31)

El pueblo de Israel durante su estadía en el desierto dependió de Jehová, quien iba adelante indicando el camino en forma de columna de fuego o como una nube, ahora debemos confiar en la guía y dirección del Espíritu Santo, recuerda que lo hemos recibido al hacer a Jesús nuestro Señor.

Sólo así será efectiva la evangelización: guiados por el Espíritu Santo. Podrán existir muchos métodos, cursos, materiales de apoyo, aun misioneros; pero sin la guía del Espíritu Santo no será efectivo, hemos de estar atentos a su instrucción y consejo.

Conclusión

Dios tiene un plan de llenar la tierra del conocimiento de su gloria, y lo hará contigo o sin ti, así que lo mejor que podría pasarnos es ser parte de ese plan, debemos estar atentos a la instrucción del Espíritu de Dios para atrevernos a compartir las buenas nuevas de salvación.

Preguntas para reflexionar

1. ¿Estás dispuesto a compartir las buenas nuevas?.

2. ¿Te has resistido en alguna ocasión a seguir una impresión del Espíritu Santo?.

3. ¿Confías que si Dios te da la impresión de hacer algo te dará lo necesario para llevarlo a cabo?

¿Qué te ha hablado el Espíritu Santo?

IMPORTANTE: Lo que sea que el Espíritu Santo te instruya genera un plan de acción y rinde cuenta a algún compañero de grupo, líder, o pastor.

Comparte alguna de tus impresiones con tus compañeros de grupo, y pide apoyo en oración en caso de requerir.

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