¿LLEGAR HASTA EL TRIBUNAL?
- RIOS DE ESPERANZA
- 5 may 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 25 may 2023
“Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano ". Mateo 18:15-17
Muchas veces tratamos de resolver las diferencias con nuestros semejantes dejándonos llevar por nuestras pasiones y emociones; queremos exponer sus fallas para avergonzarlos ante el tribunal; pero será eso lo que establece Dios?.
Primero partamos del hecho de que Dios hizo a cada uno de los seres humanos de manera especial y única; por lo tanto, es inherente a nuestra naturaleza el hecho de que existan diferencias en nuestra manera de pensar, sentir y de actuar; así hayamos entregado nuestra vida a Jesús..
Así que, si estás tan lleno de amor eres capaz de ignorar "las ofensas" que a causa de que, veamos, sintamos o pensemos de manera diferente pudieran lastimarte; por ejemplo, si alguien que conoces no te saludó, en el rebosante amor que vives eres capaz de entender que probablemente esa persona está ensimismada en un problema, antes de llegar a imaginar que tuvo la intención de lastimarte.
Y si llegaras a pensar que te quiso lastimar, Jesús te enseña y lo dejó establecido en su Palabra en Mateo 18:15-17, la manera como deberías abordar esos casos. No queremos ser de aquellos que ante la primera oportunidad de resolver una diferencia prefieren entrar en un conflicto y llegar hasta la última consecuencia en un tribunal.
Los colombianos adolecemos de una justicia ágil y eficiente, y gran parte de lo que hace lento al sistema judicial tiene que ver con cantidad de procesos que pueden resolverse de manera directa entre los hermanos, pero preferimos conforme a la naturaleza de nuestros corazones que lleguen a los tribunales.
Nos quejamos que no se respeta el debido proceso consagrado en el artículo 29 de la constitución política, que entre otras cosas dice que toda persona se presume inocente mientras no se la haya declarado judicialmente culpable; pero somos nosotros mismos los que jugamos a ser jueces sin los suficientes elementos de juicio y condenamos a nuestros hermanos.
Ten presente que el hecho de que una persona no te salude no es porque quiso lastimarte, a lo mejor él es el lastimado y requiere de tu amor y misericordia.
¿Qué hay de ti?: Revisa si tu corazón no está rebosante de amor, y qué conflictos has iniciado debido a la falta de amor, probablemente con un miembro de tu familia, de tu oficina, revisa si has salido a hablar con otros de alguien, sin antes haberlo tratado directamente, proponte, pidiéndole al Espíritu de Dios que te guíe, a conversar con esa persona y resolver las diferencias.
Palabra de Esperanza: Juan 8:1-11 RVR1960
Oración: Señor Jesús, mi vida te pertenece, eres mi modelo a seguir, anhelo ser como tú que no viniste a juzgar, sino a dar vida eterna. Ayúdame en tu infinita misericordia y amor y en tu divina providencia a resolver las diferencias conforme a tu voluntad, renueva mi corazón y lléname de tu paz.
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